Entre los productos de las actividades humanas qué mayor impacto tienen sobre la calidad del aire se encuentran los gases emitidos en procesos de combustión, ya sea por fuentes fijas o móviles. Dependiendo del tipo de combustible utilizado (madera, gasoil, gas natural, entre otros), los productos de combustión difieren ampliamente. Esto obliga a utilizar técnicas analíticas para determinar en qué cantidad se encuentran presentes los compuestos que más inciden sobre la calidad del aire o sobre la estabilidad del medio ambiente en general. En este caso nos enfocaremos en la medición de emisiones en fuentes fijas, como lo son las chimeneas de combustión en procesos industriales.
Para el análisis de los diferentes gases contaminantes que se presentan en una chimenea, se debe realizar una recolección previa de la muestra. Esta recolección se hace basándose en la metodología establecida por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), organización que elaboró una serie de métodos de recolección y determinación de los diferentes tipos de compuestos que conforman una muestra de gas contaminante. En esta práctica se realizará el cubrimiento inicial o lo que es denominado el “muestreo preliminar”. En donde se abarcan los 4 primeros métodos de determinación para la preparación del tren de muestreo antes de realizar el muestreo definitivo y la determinación de cada uno de los contaminantes emitidos por la chimenea.